Escayolados



Ahora que estoy inmovilizada por un esguince a causa de un accidente de tráfico, me siento identificada con las pobres mascotas que han tenido un percance y han sido escayolados o vendados. Tanto sus patas enfundadas en cápsulas de brillantes colores, como sus campanas de plástico afianzadas al cuello levantan sentimientos de ternura y simpatía. El tema llega a tal extremo, que la web Animal With Cast propone una galería de mascotas (no sólo perros y gatos, también ratones, conejos y hasta puercoespines) en periodo de recupeación, algunos de ellos, han sido recogidos en el libro Feel Better, Little Buddy, donde su autora Julia Segal los presenta con mucha delicadeza.

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