Coche + verano = trampa mortal


 
Cada verano, los perros sufren y mueren cuando sus dueños cometen el terrible error de dejarlos en un automóvil estacionado, aunque sea sólo por unos minutos mientras que hacen un recado.
Durante los meses de verano, los coches aparcados, tanto a la sombra como bajo el sol abrasador, son trampas mortales para los animales. A diferencia de los humanos, los perros se refrescan sólo jadeando y sudando a través de las almohadillas de las patas, y pueden morir si su temperatura corporal es superior a los 41 grados. En un día de 26 grados, el interior de un vehículo aparcado al sol puede alcanzar los 70 grados en cuestión de minutos.
Cuando los canes sufren este golpe de calor, desarrollan una pérdida del control muscular, sus riñones dejan de funcionar, el cerebro puede sufrir daños irreversibles y detenerse su corazón. Esta es una manera terrible y dolorosa de morir.
Por favor, tener esta información en cuenta y reenviársela al mayor número de personas. La asociación internacional en defensa de los animales, Peta, ha lanzado unos pósters para ponerlos en tiendas, bares, clínicas veterinarias... con el fin de evitar muchas tragedias.

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